Pues lamentándolo muy mucho y a riesgo de que las familias cristianas, apostólicas y romanas que se hallen presentes en este momento se me tiren al cuello alegando, posiblemente con algo de razón, que me quejo de vicio, voy a quejarme.
Y voy a quejarme porque ya estoy harta de que la santa iglesia me tache de pecadora y de otras cosas aun peor sonantes, o a mis hijos de bastardos.
Voy ha quejarme porque ando harta de que la sagrada ostia se me de en los morros en lugar de pegárseme en el cielo de la boca, simplemente porque no voy a comulgar los domingos.
Voy a quejarme porque me costó ocho años, OCHO, bautizar a mi hija solo porque era madre soltera y a don mosen le ofendíamos la vista; la puta y la bastarda nos llamo un domingo en misa de doce.
Yo no tengo una familia cristiana, de hecho y para la santa iglesia católica, lo que yo tengo es un revoltijo pecador y endemoniado, blasfemo e impío.
Y me quejo, me quejo porque yo jamás he juzgado a quien en pleno derecho y con uso de livertad ha decidido casarse de blanco, sin entrar en detalles de sobre donde ni con quien, en todo caso, perdió su pañuelo un día.
me quejo, porque yo jamás, he ridiculizado, ofendido ni humillado (ni de pensamiento, ni de palabra, ni de obra) a aquellos que tomaron al pie de la letra las santas escrituras y montaron un fiestorro tipo corte ingles y se dieron el "si quiero" ante su Dios, para darse un hasta luego, algo mas tarde en el juzgado.
Me quejo, porque me parecen muy respetables y cojonudas las parejas que cumplen cincuenta años de casados, el uno con el otro, con cinco hijos comunes y una vida a sus espaldas, pero que quede claro que me parecen cojonudas siempre y cuando hayan sabido ser felices y se hayan amado y respetado y no porque se arrodillaran intercambiándose las arras jurándose amor eterno.
Me quejo porque soy madre y compañera sin que un diox todopoderoso y magnánimo me tenga reconocida, y sea un mortal quien en su nombre, en el nombre de un diox amante pero poco previsor (dichosa ley del divorcio) me juzgue y me condene.
Me quejo: tengo dos hijos, cada uno de un padre distinto, como mi madre, como mi abuela, y sigo siendo madre soltera, y ni diox, ni la santísima trinidad, ni el espíritu santo, han venido jamás a preguntarme si me llega para comer, así como tampoco vinieron ni el padre de la niña, ni la vecina, ni la asistenta social.
y nunca dije ni pío, ni pedí nada para sacar adelante a mi familia.
MI FAMILIA, esa que la iglesia desprecia y maltrata verbalmente, esa que no tiene ni derecho reconocido, como las gays, como las monoparentales, como las de hecho, como la gran mayoría.
Señora iglesia, un poquito de respeto, porque Jesús lo que nos pidió fue que nos amaramos los unos a los otros como el nos amó y el ejemplo cunde poco por su parte, me disculpe la osadía y la sinceridad.
Que a mi me parece perfecto que hoy celebren su día de familia cristiana, pero recuerde que los parias católicos tenemos tanbien nuestro corazoncito y no nos gusta demasiado que nos miren por encima del hombro o nos traten con desprecio, solo porque aun habiendo sido creados a imagen y semejanza, no somos iguales. Xenofobia religiosa creo que lo llamaré a partir de ahora.
Miedo me da tener que entrar un día en la seo, por si tropiezo, me caigo en la pila, y ardemos todos en mi casa.
3 Dímelo aquí.:
je, je, me gusta tu forma de pensar.
Olé Olé y Olé, no tengo nada más que añadir, genial en todos los puntos.
gracias felix.
a la iglesia no demasiado, creo.
txispas, yo no se si es genial o no, ni si me he olvidado algo, se lo que se, que arta ando de ser una discriminada catolica, porque a un cura se le cruzan los cuernos, y no precisamente los de mi cabra.
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